jueves, 11 de diciembre de 2008

Diciembre...

Diciembre es un mes de emociones encontradas, no tengo la menor duda. Hace algunos años, el escritor peruano Abelardo Sánchez León publicó un excelente artículo en su columna semanal del El Comercio. Por suerte guardé el texto completo, aunque no el sitio web ni la fecha exacta de su publicación.
Rincón del autor: Diciembre

Por Abelardo Sánchez León

Este mes es una piedra difícil de trasladar y tropieza con el hueco negro de la despedida. Diciembre sacude lo hecho. A fin de cuentas es un mes de evaluaciones.

Experimenta una extraña sensación de vacío. Se acerca la Navidad y su corazón late como un reloj atascado en la arena. Siente poco, incluso en su relación con las personas más cercanas: su pareja, sus hijos, sus amigos, sus colegas.

Considera que se ha vuelto huraño, cascarrabias, que todo le molesta. Ni qué decir de la política. No puede criticar a la juventud por ser tan indiferente con la política, pues él mismo está como endurecido. No le interesan aquellas riñas y confrontaciones entre candidatos. Está, sin saber por qué, de mal humor.

Ha ayudado en su casa a que se levante, como un verdadero himno de esperanza, el árbol de la Navidad. Aquel árbol, comprado hace unos veinte años en una tienda de segunda mano por la Arenales, le recuerda a tantos otros árboles, cuando era un muchacho y ayudaba a su padre a levantarlo en aquella casa hoy derrumbada. Pacientemente ha contribuido a que durante las noches se llene de luces intermitentes.

Piensa que diciembre es un mes feliz, pero que por extrañas razones, completamente desconocidas, siente malestar en lugar de alegría. Llega exhausto al último mes del año y anhela descansar en el pequeño jardín que su esposa cuida con verdadero esmero. Pero las cosas no se dan. Quiere revisar unos poemas, regar, contemplar la luna de diciembre, hacerle el amor. Lo intenta, pero no se dan las circunstancias. Diciembre es una piedra difícil de trasladar y tropieza con el hueco negro de la despedida. Diciembre sacude lo hecho y se lo refriega en la cara, a fin de cuentas se trata de un mes de evaluaciones, de lejanas calificaciones escolares, de rojos en la libreta.

Piensa que en las épocas del colegio diciembre tenía un sabor especial: por ejemplo, no tener más de dos cursos desaprobados, frecuentar La Herradura con sus amigos Andrés y Vicente, ir a la vermouth del cine Orrantia. Diciembre era risa si pasabas de año. No había malestar acumulado. Las luces navideñas iluminan las fachadas a falta de estrellas y en el centro de su cerebro algo no funciona. Sus cálculos, sus simples deseos, no le han salido.

Decide encerrarse. No asistir a los diversos festejos de fin de año, cuando diciembre es una agenda apretada. Pero si no va tendrá que estar solo y soportarse. Se trata del destino: el tibio sol de diciembre tiene ahora un sabor a metal antiguo. Lo distingo a la distancia, trato de pasarle la voz, pero me abstengo.

Este mes es una piedra difícil de trasladar y tropieza con el hueco negro de la despedida. Diciembre sacude lo hecho. A fin de cuentas es un mes de evaluaciones.
... y de despedidas y de reencuentros y de balances y de nostalgias y de ausencias y de presencias y de esperanza, agregaría yo.
Gracias a Balo, porque supo expresar como pocos las sensaciones de este contradictorio mes.

14 comentarios:

  1. Gracias por compartirlo !

    En realidad me hace pensar en el hermano de mi mami, que murió hace 3 meses o muchas otras personas que poco a poco van entrando en depresión y sin saber por qué pierden el interés por casi todo.

    Tendremos que hacer cultura preventiva para que no pase igual

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  2. Le encuentro toda la razon a Balo...

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  3. MUY LINDO ... Y MUY CIERTO ADEMÁS.

    UN GRAN ABRAZO

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  4. Lei tu "Diciembre" nos identificamos con el autor, verdad????

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  5. Pasa a veces..personalmente, antes estos días estaban cargados de mucho amor y felicidad, te soy sincera, desde que murió mi papi, perdió toda la chispa que podía tener esos días...y es que él iluminaba la casa con su sentido del humor, su alegría y sus proyectos...ahora, sumado a que estoy lejos de mi familia y mis cosas. El año pasado lo pasé el Lima con mi mamá, mis hermanos y cuñadas...fué todo alegría pero la ausencia de mi papi no se puede disimular con nada.

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  6. Renata: supe lo de tu tío, así que esta primera Navidad sin él sería sin duda diferente.

    Eduardo: totalmente de acuerdo, por eso guardé el texto... me encantó cuando lo leí.

    Mariela: un abrazo también.

    Carmen: así es, identificacipón total.

    Katia: creo que diciembre es el mes en que las ausencias pesan más que nunca, es cuando más falta nos hacen lo que ya no están.

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  7. Hola Gabriela:

    Es una definición poética y cierta sobre las evidentes contradicciones de diciembre.

    En mi caso, el lado bueno es cuando reunida la familia grande la noche del 24 y mientras alguno de los adultos se disfraza de Pascuero, los más pequeños (cada día los "más" pequeños)miran con asombro la llegada de Santa Claus.

    Cariños.

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  8. La Navidad es lo que tiene, por un lado te inunda la alegria y la esperanza y por otro, la tristeza y los recuerdos. Muchos besitos, querida amiga.

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  9. Buen artículo. Te diré que por muchas cosas diciembre ha sido difícil cada año para mi familia pero en general intentamos ver las cosas positivas, recordar que nace el niño Dios y tener sentido del humor, si no le hace uno así, se vuelve uno loco. Abrazos y felices fiestas decembrinas. Hilda

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  10. Hola Gabriela!

    Your blog's Flagcounter seems to have frozen with respect to Ukraine. During the last couple of days, I've been visiting daily and yet it's still frozen at 10.

    Well, I must admit ahora hace frio en Kyiv:)

    Saludos desde Ucrania!

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  11. Ola
    tudo bem?
    espero que sim

    gostava que fosse a

    www.avanessaguerradesafio.blogspot.com

    e que votasse na minha tela

    beijinhos

    Carla Cunha

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  12. Así es, Esteban, cada vez son más pequeños los más pequeños.

    Como dice la rica pensionista, hay que tomar diciembre y la Navidad por el lado más agradable, y como dice Hilda, evitar volverse loco.

    I've noticed the same thing, Taras. I'm well aware of you have been visiting my blog via Feedjit. And I can't understand either why the flag counter is stuck in 10 visits from Ukraine.
    Thanks for dropping by and commenting!

    Obrigado Carla.

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  13. Desde que mis hijos crecieron y dejaron de creer en que el Niño Jesús les mandaba los juguetes con su simpatico y bonachón Papa Noel, algo se rompió dentro de mi, ellos escribían sus cartitas (bastante largas), luego los llevabamos al correo y hacian que les pongan las estampillas y las depositaban en el buzón, desde fines de noviembre preguntaban ¿cuánto falta para navidad?, su padre y yo saliamos a ver las tiendas de juguetes, nos alegramos y disfrutamos como niños con cada nuevo juguete que veíamos, esperaba la llegada de mi mamá, que un año la pasaba con mi hermana y otro con nosotros.
    Hoy para mi la Navidad y diciembre es un mes triste, recuerdo mi infancia, a mis padres, mi hermanito que murió a los 5 años y todo lo vivido en esa época.
    Dicen que la Navidad es de los niños, es muy cierto, pero cuando hay niños en casa los grandes volvemos a ser niños.
    Veo a mi hijo Javier, haciendo lo que su padre y yo haciamos cuando ellos eran niños, mis nietos aún creen en la llegada de los juguetes, el los compra y los guarda en mi casa, viene a las tres de la mañana para llevarlos y ponerlos junto a sus zapatitos que dejaron junto al árbol, lamentablemente crecen tan rápido y el colegio y amigos muy pronto les dirán que son los papás los que compran los juguetes y perderán ese sueño de ilusión que tienen ahora.
    Yo y mis hermanos tuvimos la suerte de recibir juguetes el 25, navidad y el 6 de enero Reyes, ya que en España los juguetes los traen los Reyes Magos, y mi padre decía que ellos no se olvidaban de nosotros por ser hijos de españoles, y que el 25 nos mandaba el niño Jesús y los Reyes nos regalaban el 6 de enero.
    Como ves tu fuíste un regalo de los Reyes Magos para tus ´papás.

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  14. Gracias Maricarmen... qué lindos relatos. Y para que veas que este blog no se llama Seis de enero por gusto, je, je.

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